En el pasado solíamos comer comida de verdad, comida rica en nutrientes, que contenía exactamente lo que nuestros cuerpos necesitan. Hoy nuestros hijos se están llenando con alimentos pobres en nutrientes y altos en calorías que muy probablemente provienen de una fábrica
o laboratorio y no de la naturaleza.

Los niños de hoy sufren enfermedades como diabetes e hipertensión que antes afligían solo a los viejos. Muchas de estas enfermedades son consecuencia de la transformación que ha sufrido nuestra dieta en los últimos 50 años.

Si se provee al cuerpo con los nutrientes correctos, éste es capaz de cosas maravillosas.

Una dieta rica en nutrientes optimiza el desarrollo cerebral, el sistema hormonal e inmunológico de los niños.

Diversos estudios se han dedicado a demostrar la importancia de la dieta para revertir diversas afecciones.

La base de una buena alimentación comienza con la dieta de la madre en el embarazo, continúa con lactancia materna el primer año de vida y culmina en la selección de los mejores productos mientras su alimentación está en nuestras manos.